MASONERÍA AL DÍA / Columna de Opinión:En tiempos de Intolerancia, el valor de la Tolerancia

Columna de Opinión: En tiempos de Intolerancia, el valor de la Tolerancia

Rubén Leal, Gran Orador de la Gran Logia de Chile

Sábado, 19 de abril 2025 | 20:00


En una época donde la Tolerancia constituye un valor que escasamente se observa en nuestra práctica social, la Francmasonería y sus adeptos trabajan permanentemente en su formación y perfeccionamiento ético. El propósito principal de la Orden Masónica es llevar el valor de la Tolerancia al mundo profano. En el mundo cristiano, por su parte, especialmente la Iglesia Católica, estos días considera, recuerda y guarda con profundo recogimiento el sacrificio del hijo del Creador para salvar a la especie humana.

Quienes no profesan la fe y no optan por la existencia de un Ser Superior, creador de todo lo que existe, y más bien suspenden el juicio acerca de estos temas relacionados con lo sobrenatural, trabajan y aceptan los principios que fundan el Laicismo, respetan toda opción religiosa y filosófica en tanto respeten la Dignidad Humana.

El pensamiento Laico respeta el pensamiento y la acción humana, en tanto los propios seres humanos practiquen el respeto en su relación con quienes creen, no creen, acepten la evolución o la observancia evolutiva de lo que expresa la naturaleza. El Laicismo no impone, no rechaza, propicia una convivencia fundada en el respeto y en el valor de la Tolerancia, trabaja para que las sociedades permitan el libre ejercicio del pensamiento.

Quienes consideran la existencia de un Ser Superior, en el contexto del Laicismo aceptan a quienes adoptan y practican sus particulares maneras de comprender desde la fe. Todo ello, en tanto no impida y no imponga a quienes no profesan religión alguna. El pensamiento Laico acepta el libre albedrío, ve la realidad y el Universo como procesos naturales y usan la razón y el pensamiento para argumentar sus explicaciones.

El principio de la Tolerancia compromete la aceptación de nuestro semejante como es, lo respeta en virtud de su humanidad. Asume a la persona como Ser que siente, que se emociona, que sufre, piensa, disiente, goza y padece, todo ello por el hecho de Ser Humano. La conciencia humana, como capacidad distintiva de lo Humano, es posible de desarrollar en y con la cultura universal, acepta y convive con otros seres vivos y con la naturaleza. Un Ser consciente comparte y trabaja para construir una sociedad de convivencia Fraternal, que propicie el desarrollo de cada uno y de todas quienes la conforman. El Laicismo es un valor que motiva un desarrollo armónico basado en el respeto a la Dignidad Humana.

En tiempos donde la Tolerancia no abunda, cada persona debe tener la posibilidad de practicar y trabajar para alcanzar lo que se propone durante su existencia, sin impedir y más bien respetar a quien piensa y practica una visión de mundo diferente, sea ésta construida desde la creencia o desde el pensamiento racional, Humanista.

En tiempos de reflexión, pensemos en y desde el amor, invitamos a practicar la Tolerancia y aceptar a nuestros semejantes en su diversidad. Nuestra sociedad, nuestro país, necesita una convivencia Tolerante. En tiempos donde los espíritus parecen Intolerantes, trabajemos para construir una convivencia Tolerante.